EntornoEconómico

Las proyecciones de crecimiento económico mundial fueron mejorando durante el año 2016. La economía de EE.UU. mostró una recuperación en su crecimiento durante la segunda mitad del año, Europa mantuvo un crecimiento estable y disminuyeron los temores de una desaceleración abrupta en China.

El escenario mundial del año 2016 también se caracterizó por un fortalecimiento global del dólar, ante la expectativa de un mayor crecimiento económico en EE.UU., que llevaría a un alza en su tasa de referencia, expectativa que también provocó un incremento en las tasas de interés internacionales. El panorama internacional no estuvo exento de volatilidades financieras, destacando la negativa reacción de los mercados al triunfo del Brexit y los problemas bancarios en Europa, aunque hasta el momento no han tenido impactos en la actividad económica mundial.

Con todo lo anterior, el FMI proyectó un crecimiento del PIB mundial de 3,1% en 2016 y un aumento a 3,4% en 2017, sin embargo, las expectativas de políticas fiscales más expansivas podrían entregar un mayor crecimiento económico mundial en 2017.

En ese contexto, durante 2016, Chile tuvo el menor crecimiento económico desde 2009, con una expansión proyectada del PIB de 1,5%. La economía chilena fue de más a menos durante el año, alcanzado su menor crecimiento en el cuarto trimestre, con el bajo crecimiento explicado por una nueva caída en la inversión, si bien el mayor dinamismo del consumo privado y de las exportaciones no mineras en algo compensaron esa reducción, mientras la tasa de desempleo sorprendentemente se mantuvo baja, con un gran efecto de la creación de empleos por cuenta propia.

La inflación cerró el año 2016 en 2,7%, con una disminución más rápida que la esperada por el mercado. Parte considerable de esta rebaja se explica por la apreciación del tipo de cambio, que cerró el año en $670, ayudado por una recuperación en el precio del cobre. En este escenario de menor crecimiento y convergencia de la inflación, el Banco Central de Chile mantuvo su tasa de política monetaria inalterada, si bien en los últimos meses de 2016 entregó un claro mensaje expansivo, proyectando futuros recortes en su tasa de referencia durante la primera mitad de 2017.

La deuda fiscal ha subido sostenidamente en los últimos años, lo cual unido a la falta de recuperación en el crecimiento del país, llevó a las clasificadoras Fitch y S&P’s a entregar un Outlook Negativo a la deuda soberana de Chile, lo que podría llevar a un recorte en la clasificación en los próximo 12-18 meses – provocando un incremento en las tasas de interés locales – en caso que el crecimiento económico de Chile no se recupere o si la deuda fiscal mantiene este ritmo de crecimiento, si bien el presupuesto del Gobierno de Chile contempla un acotado incremento del gasto fiscal para el próximo periodo, lo que permitiría disminuir paulatinamente el déficit estructural.